miércoles, 4 de diciembre de 2013

Amigos Con Derecho





Está claro que encontrar pareja no es tarea sencilla, y que la compatibilidad sexual a veces se encuentra donde menos la imaginamos. Ustedes, íntimos amigos que han compartido miles de momentos juntos, de repente se encuentran liándose en una cama...y ¡vaya sorpresa! el sexo resulta genial. Bienvenidos al mundo de los amigos con derecho, si estás pasando por esta situación, en unComo.com te damos algunos consejos para que descubras cómo llevar una relación de amigos con derecho a roce de forma exitosa.

Una cosa es un desliz con ese amigo en un momento de debilidad, y otra muy distinta llevar una relación con derecho a roce. Un desliz puede pasar de largo, quizá tome un tiempo volver a la normalidad, pero muchos amigos han pasado por eso sin problema.
Ahora cuando la amistad se convierte en algo con derecho a roce sí que resulta importante replantearse algunos aspectos para evitar confusiones, disfrutar del momento y sobre todo moverse de forma adecuada para que la experiencia sea divertida para ambos y no un martirio.
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Lo primero es apelar a la madurez: sin ambos son personas maduras la amistad de un futuro no tiene porque verse afectada por la decisión de tener sexo de vez en cuando. Del mismo modo que muchas ex parejas consiguen ser amigos después, así mismo podemos continuar ésta amistad si dejamos claros algunos puntos fundamentales.
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Primero: los amigos con derecho a roce están libres de compromisos y ambos deben tenerlo muy claro antes de aceptar el pacto. Nada de exigencias futuras, nada de reclamos o malos entendidos, tu amigo no es tu pareja, tu novio(a), ni mucho menos, solo es alguien que has elegido para el sexo casual con el atenuante de que se conocen desde hace tiempo.
Mientras ambos estén claros en este punto no habrá confusiones futuras.
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Segundo: la honestidad es fundamental. Son amigos, se conocen, respetan y aprecian, por eso no hay necesidad de mentir, y es importante dejar algunos puntos claros. Se trata solo de sexo, por eso si alguno de los dos conoce a alguien nuevo pueden ponerle fin a los encuentros sin rencor, pueden dejar de encontrarse para tener sexo cuando ambos o alguno quiera, etc. La libertad implica honestidad, al no tener compromisos las mentiras no son necesarias.
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Tercero: recuerda que los sentimientos no son bienvenidos ¡se trata solo de sexo! Por supuesto que pensar esto no anula la posibilidad de que alguno o ambos acaben liándose emocionalmente, pero si eso ocurre y alguna de las dos partes no está implicada, lo mejor es parar con el asunto, dejar que las cosas se enfríen y continuar con la amistad como siempre.
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Cuarto: los verdaderos amigos con derecho a roce le dicen que no al romance, y están claros de que los encuentros esporádicos solo tienen un propósito: el sexual. Nada de involucrarse más allá de eso, si ocurre en ambas partes entonces ya no se trata de amigos con derecho sino del inicio de una relación.
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Recuerda que las relaciones de amigos con derecho a roce no están hechas para todos. Si más bien estás buscando una pareja, alguien con quien ir al cine los domingos y salir en plan de cita grupal con tu hermana y su novio, entonces el consejo es claro: no te involucres en este tipo de relación o acabarás muy liada(o).
Si piensas que no tienes la madurez para ver y tratar a esa persona con normalidad después de la intimidad, entonces lo mejor es dejarlo todo como está y mantener la amistad. Ahora si ya has dado el paso, disfrútalo plenamente ¡y sin complicaciones!

viernes, 22 de noviembre de 2013

Beso en la Frente




 BESO EN LA FRENTE: Sumisión y al mismo tiempo sentido de proteger a quien se besa, es una manera de decirte que no quiere lastimarte nunca o que espera que seas fiel.

OTROS TIPOS DE BESOS:
BESO CON OJOS CERRADOS: Dice mucho del amante, su ensoñación y la entrega de todo su ser en ese beso.
BESO EN LA MEJILLA: Sincera y jovial amistad pero nada más. O el beso preferido en una primera cita.
BESO CON LENGUA: Comportan una mayor carga sexual. Si están bien dados, claro. En caso contrario, casi revuelven el estómago y ya sabemos con quién no volver a salir en la vida. Porque no consisten en "meter la lengua hasta la garganta", como muchos creen. También deberás tener en cuenta que tal vez a tu pareja le guste respirar de vez en cuando, así que no debemos agobiar con besos demasiado largos y profundos.
Cuando beses "con lengua" comienza introduciendo la punta de tu lengua suavemente en su boca para acariciar con ella la lengua de tu pareja. Juguetea dentro de su boca. Acaricia sus dientes, su paladar, explora su boca. Pero permitiendo que tu pareja también juegue en la tuya.
BESO FRANCES O DE LENGUA. La mujer toca con su lengua los labios del hombre y cerrando los ojos coge al hombre por la sien e introduce la lengua dentro de la boca de su pareja y viceversa.
BESO DE SUCCIÓN. La mujer toma entre sus labios el labio inferior de su pareja y lo introduce en su boca mientras el hombre ejerce una movimiento de succión.
BESO DE TENTACIÓN. La mujer besa al hombre de todas las formas posibles y el hombre permanece individual sin corresponder hasta que no puede más.
BESO TIMIDO: Significa que no hay demasiada confianza aún. No te preocupes, rápidamente se la adquiere. Quizás sea el primero de la relación o uno a las apuradas. Hay un mayor compromiso que en el caso anterior, pero aún la pasión no ha desbordado a los enamorados.
BESO ROBADO: que como el nombre lo indica, significa eso. Normalmente el hombre en un descuido de su pretendida logra llegar a los labios de la misma y darle un suave, rápido, quizás sin tiempo de pasión, quizás el que será el primer beso.

jueves, 21 de noviembre de 2013

¡Un Beso Robado!?





Es obvio que en ese momento no piensas con mucha claridad. Preguntarle por qué lo hizo está de más, seguramente te robó un beso porque le gustas.
Pero tu reacción dependerá de si tu amigo te gusta o no. Si el chico te gusta, pero no quieres parecer muy fácil, puedes hacerte un poco la enojada sin dejar de ser linda. O si en caso quieres demostrarle que también te mueres por él, ¡correspóndele el beso!
Si el que te robó el beso no te gusta y no quieres lastimarlo, es mejor que le expliques las cosas. Dile lo que sientes y pídele que no lo vuelva a hacer.
Ahora, si eres un poco más dramática y quieres hacerlo al estilo de las películas, dale una femenina y delicada bofetada. Esta reacción cuando te roban un beso es un desahogo de tu emoción.

Y tú, ¿qué harías si te roban un beso?

domingo, 17 de noviembre de 2013

Sentimientos escritos en una hoja de papel



A quien no le a pasado, que tenemos mucho que decir y no lo decimos, se no es más fácil escribirlo en un trozo de papel.. aquel papel que de una u otra manera nos ayuda a votar todo tipo de sentimiento.
aquel papel que contiene aquellas palabras que no nos atrevemos decir.! pero porque hacemos eso? porque no lo decimos?
Saben por que? porque a la persona que le queremos decir, aquella persona que es el culpable que simplemente lo escribamos, esa persona de una u otra manera no nos da la confianza para hacerlo, quizás no sabemos cual seria su reacción es por eso que solo nos dedicamos a escribir en un trozo de papel...
a los adolescente nos suele sucede a menudo, cuando no nos atrevemos a decirle algunas cosas al chico que nos gusta, simplemente lo escribimos con un esmero inexplicable como si algún día ese chico lo llegará a leer, ese papel con frases románticas, letras de canciones, inspiraciones, detalles, etc que quedan guardadas...
luego de un tiempo encontramos o buscamos ese papel y nos hace recordar muchas cosas que quizás ya no son parte de tu presente o lo siguen siendo y los recuerdos estarán presentes.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Mi Primer beso y algo más...



yo era una adolescente muy tímida, y también  lo era mi primer novio. Cursábamos el bachillerato en una ciudad pequeña, y llevábamos seis meses de novios. El noviazgo consistía sobre todo en tener las manos húmedas de tanto tomárnoslas, realmente ver películas en vez de besuquearnos, y hablar boberías. En muchas ocasiones estuvimos a punto de besarnos-ambos teníamos unas ganas tremendas de hacerlo-pero ninguno tenia el valor de tomar la iniciativa.

Por fin él decidió lanzarse al ruedo un buen día, mientras estábamos sentados en el sofá de la sala de mi casa. Cuando decidió arrimarse estábamos hablando del calor que hacia(¡en serio!). Como me tape la cara con un cojín para bloquear el avance, ¡él terminó besando un pedazo de tela floreada!
Yo deseaba mucho ser besada, pero estaba demasiado nerviosa para dejar que él se acercara. De modo que me corrí hacia el otro extremo del sofá y él siguió mi ejemplo. Luego nos pusimos a hablar de la película, y él hizo su segunda intentona. Lo volví a bloquear.

Llegué al final del sofá. Él también.

Volvimos a entablar conversación. Cuando hizo su tercera intentona.... me levanté. Parecía tener resortes en las piernas. Me fui al portón de entrada, me recosté contra la pared, crucé los brazos y le dije con impaciencia: ||Bueno, ¿al fin me vas a besar, o no?||.
¡Claro!, contestó. Así que me paré derecha, cerré los ojos, fruncí los labios, y levanté el rostro. Esperé...y me quedé esperando. (¿por qué no me besaba?) Abrí los ojos; en ese momento se me venia encima. Sonreí.

¡ME BESO LOS DIENTES!

Puede haberme muerto.

Él se fue.

Muchas veces me pregunté si él les habría contado a sus amigos acerca de nuestro infortunado encuentro romántico. Como yo era extremada y dolorosamente tímida, terminé escondiéndome durante los siguientes dos años, lo que dio por resultado que no volviera a salir con ningún muchacho durante el resto del bachillerato. De hecho, si llegaba a verlo a él o a cualquier otro chico buen mozo mientras caminaba por los pasillos del colegio, me escondía en el primer salón que encontraba, hasta que hubiera pasado. ¡Y eso que les conocía a todos desde el jardín infantil!

En mi primer año de universidad decidí dejar de lado la timidez de una vez por todas. Deseaba aprender a besar con desenvolvimiento y donaire. Lo logré.

En la primavera regresé a casa. Decidí concurrir al café bar que estaba de moda, y al entrar me encontré ni más ni menos que con mi amigo del beso en los dientes, sentado en una de la butacas del bar. Me acerqué a él y le di una palmadita en el hombro. Sin remilgo alguno, lo tomé entre mis brazos, lo recosté sobre el espaldar de la butaca y le di un apasionado beso. Enderecé la butaca y lo miré victoriosamente a los ojos, diciéndole al mismo tiempo: ||¿Y qué opinas de eso?||.

El se limitó a señalar a la mujer que estaba a su lado: ||Juana Maria, te presento a mi esposa||, dijo.


                                                                                                                    Mary Jane West-Delgado